ARQUITECTOS: David Ceballos+ Carlos Gómez+ Borja Lomas+ Francisco Núñez
SITUACIÓN: REINOSA
FECHA PROYECTO: 2013
ESTADO: CONCURSO
El origen de la propuesta surge desde el respeto y entendimiento de las preexistencias, y los restos del antiguo mercado de abastos, como un GRAN CONTENEDOR de programas.
Los muros, vestigios de un pasado que ya no existe, continúan impregnando su inmanencia, como amplificadores de los ecos de la memoria del lugar. Se convierten en ruinas modernas, en ruinas que se proyectan al futuro.
Y a hombros de los muros surgirá el nuevo edificio, sin concesiones nostálgicas formalistas de recreación de lo que hubo en el “ayer”, pero conservando su memoria, con un nuevo lenguaje arquitectónico que responde a la época en la que vivimos, pero configurando una edificación que busca un presente continuo, que dialogue con la memoria colectiva de los habitantes de reinosa.
Las necesidades programáticas establecidas demandan un gran espacio, configurable, adaptable y modular, que permita una gran flexibilidad volumétrica y espacial, capaz de adaptarse a espacios multiusos y de co-working, en aulas y talleres modulables según las necesidades requeridas.
Se genera una gran sala diáfana donde, gracias a múltiples divisiones, cohabitan diferentes usos programaticos, sin establecer rígidas configuraciones arquitectónicas, generando un gran espacio cambiante, adaptable al carácter del ciudadano en cada uso. El edificio funciona como colchón térmico, reteniendo el calor en invierno, a la vez que facilita, mediante sencillas aperturas laterales, la ventilación en verano, una clara relación con la arquitectura tradicional de la zona, de miradores y balcones acristalados, como sistema bioclimático pasivo.
CARDIOGRAMA se define como el PULSO INTERIOR DEL EDIFICIO, en función de cada uno de los usos adaptados a cada momento o situación espacial interior demandada. No es un proyecto que transmita una ideología concreta, no defiende una idea personal de los arquitectos a modo de gesto iconográfico, sino que se centra más bien en el encuentro con el ciudadano y que éste le otorgue su propio carácter.