ARQUITECTOS: VOLUAR [Pablo Rodríguez+ Borja Lomas]
SITUACIÓN: MARBELLA. MÁLAGA
FECHA PROYECTO: 2015
ESTADO: P. EJECUCIÓN. EN PROCESO
El volumen del edificio es el resultado de una negociación arquitectónica entre la normativa, los vuelos máximos permitidos y la consolidación de las alineaciones de la manzana. De esta manera, el edificio articula y consolida el encuentro de las calles a modo de proa de barco.
A pesar de las reducidas dimensiones del solar, el proyecto acoge, en una solución sencilla y elegante, un programa complejo que cuenta con garajes, locales comerciales, oficinas y viviendas. En la azotea se plantea una terraza ajardinada, acabada en madera y que sirve como espacio para el encuentro y conexión entre las personas. Un lugar social al aire libre que saque ventaja a la excelente climatología de la ciudad y a una ubicación privilegiada, con vistas tanto a la montaña como al mar.
El elemento más característico es la doble piel con la que se cubre el cuerpo acristalado, permitiendo la plena entrada de luz natural, pero filtrando la excesiva incidencia solar. La microperforación de la celosía ofrece vistas plenas hacia a calle y sin embargo las impide hacia el interior, siguiendo al “ver sin ser visto” que podemos encontrar en construcciones tradicionales y en su empleo de celosías de origen árabe. Por la noche, esta situación se invierte, la iluminación interior dotará al edificio de una sutil imagen de lámpara, comunicando su actividad a la calle, dialogando así con la ciudad nocturna.
Cuando las celosías se solapan y gracias sus diferentes orientaciones aparecen efectos muaré, creándose una imagen dinámica y vibrante ante los movimientos y miradas del observador.
El despiece de esta doble piel sigue una geometría Voronoi, la geometría que usa la naturaleza para la creación de sus estructuras y tejidos, y que también podemos observar en la fractalidad que presentan las espumas o en el cuarteado del barro cuando se seca. También recuerda a las abstracciones de las decoraciones de la arquitectura andalusí, con sus patrones geométricos que se extienden repetitivamente intentando abarcar el infinito. Aquí, serán los juegos y variaciones de las sombras sobre sus fachadas las que representen la infinita continuidad del tiempo.
La imagen del edificio se sitúa en lugar intermedio entre, la geometría de lo natural con los métodos constructivos de que emplean los sistemas vivos, y la artificialidad de la arquitectura como idea construida, la materialización de lo abstracto.