ARQUITECTOS: VOLUAR [Pablo Rodríguez+ Borja Lomas] – CERO [Carlos Gómez + David Ceballos + Cristina Vellido]
SITUACIÓN: EL CABANYAL, VALENCIA
FECHA PROYECTO: 2024
ESTADO: CONCURSO 1º PREMIO. EN PROCESO
El proyecto toma como referencia las tradicionales viviendas del barrio del Cabanyal de orden claro y sencillo, pero con heterogéneos acabados y texturas que construyen una imagen vibrante y característica de este lugar.
Barrio de pescadores junto a la playa de la Malvarrosa, y que tantas veces representó Joaquín Sorolla en sus cuadros, se sitúa en los límites de la ciudad y el campo. El proyecto busca crear esta articulación entre la huerta y la ciudad, una continuidad entre lo natural y lo artificial.
La plaza, cuyas trazas aluden a las huertas valencianas, servirá como un espacio de vinculación y esparcimiento de los habitantes. En su zona central se reserva un amplio espacio para árboles y palmeras de gran porte, dejando el terreno natural, facilitando el drenaje del agua en previsión de posibles lluvias torrenciales. Las zonas verdes y el arbolado configurarán un pequeño oasis que sirva como espacio de modulación térmica, ayudando a oxigenar y a refrescar el aire de la plaza y de las viviendas.
El edificio se conforma como un collage de las viviendas tradicionales, ordenándolo sobre la estricta normativa de la zona. Los diferentes acabados cerámicos, con sus texturas y colores, que recubrirán sus fachadas, establecerá un diálogo con la variada y rica artesanía que se utilizó para conformar la imagen e identidad del barrio del Cabanyal.
Las galerías de comunicación hacia la plaza contarán con una celosía fija y las terrazas privadas con persianas móviles creando así un espacio que sirve como colchón térmico y acústico de protección de la vivienda al exterior, permitiendo las adaptaciones a los diferentes climas del año, así como a las necesidades del usuario.
La cubierta no solamente será un espacio para las instalaciones, sino que buscamos crear un espacio de relación vecinal, “El Terrat”, un lugar para hacer una paella, un pequeño huerto, tender la ropa, jugar al ping-pong, cotillear, ….
La distribución de las viviendas responde a una modulación eficaz pero capaz de albergar lo excepcional, que puedan adaptarse a las necesidades cambiantes de las personas. Es el comedor, el espacio comodín, el verdadero corazón de vivienda. La celebración de la vida alrededor del encuentro de las personas, la familia y de la comida compartida.